Llegamos con tiempo para disfrutar de la Pista de Hielo que hay en la Plaza de Colón, pero como había muchísima fila decidimos bajar hasta la galería de cristal del Centrocentro Cibeles en la que también había una pista de hielo y además había actividades para los pequeños en unos iglus muy divertidos. Fue una pena porque cuando llegamos ya se habían acabado estas actividades pero al menos en la pista de hielo no había mucha gente.
Allí patinaron los peques durante media hora y lo pasaron genial dando vueltas al ritmo de los villancicos.
Una vez acabaron fuimos de nuevo hacía la Plaza de Colón buscando la parada del Naviluz.
Nosotros compramos las entradas a las nueve de noche porque ya no quedaban otros horarios, un poco más y nos quedamos sin ellas.
A pesar de ser tan tarde tuvimos suerte de que no hacía mucho frío y pudimos disfrutar del recorrido.
Como digo empieza en la Plaza de Colón y va pasando por la Puerta de Alcalá, La plaza de Cibeles, Gran Vía y luego vuelve por los mismos sitios.
Es muy divertido cuando te cruzas con otro autobús de la compañía y te saludas con ellos, nos faltaba hacer la ola.
Al estar en altura te da una perspectiva muy diferente de cuando ves la iluminación desde el suelo. Destaco La puerta de Alcalá, el Edificio de Correos o la Gran Vía como las zonas que más nos gustaron.
En definitiva pasamos una tarde muy divertida, y tenemos el plan apuntado para este año, pues es una buena manera de disfrutar con los pequeños y sentir de cerca la Navidad.
Vuela con tus hijos, cada momento será irrepetible
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