
Los Dioses comenzaron la tarea de crear al ser humano y cada uno fue poniendo algo de sí. Pero en el proceso se mezclaron los rasgos brutos con los divinos, lo sublime con lo rastrero, lo mezquino con lo angelical…
Desde los comienzos de nuestro mundo no hemos parado de tratar de desentrañar la, a veces, pesadilla o el fabuloso sueño de la existencia.
En el tiempo de los dioses, la eternidad dura solo un instante. Un día, el aburrimiento y la desidia los llevaron a jugar con la arena: esculpieron un rostro, luego un cuerpo y las extremidades. Les pareció tan hermosa aquella figura que decidieron insuflarle vida.
Uno tras otro, los dioses del Olimpo se acercaron al humano para depositar su don: el tiempo, el orden, la guerra, la belleza, la sabiduría… Pero era demasiado. Por eso después vinieron los animales. La existencia es la unión de lo sublime y lo rastrero, el orden y el caos, el todo y la nada… ¿Pero qué determina cada elemento?
Autor – Antonio Rodríguez Almodóvar
Ilustrador – Federico Delicado
Editorial – Diego Pun
Número de páginas – 48
ISBN – 978-84-122812-1-7
Recomendado – Adolescentes
Precio – 14,45€
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Reseña de Al principio fue barro
Un libro que es una obra de arte, nos habla de nuestra existencia, deleitándonos a través del texto e ilustraciones nuestros sentidos, cualidades, personalidad, peculiaridades…
Nos cuentan dos versiones de nuestra existencia:
La primera surgirá una tarde de aburrimiento, ya que la eternidad para los dioses solo dura un instante, decidieron darle vida y ofrecer lo mejor de cada Dios, a un muñeco de barro, una figura humana.
Cronos, emocionado, insufló con fuerza, aportando la maldad del Tiempo.
Soplará Poseidón y sentirá la brisa del Mar.
Los negocios y la velocidad no son buenos aliados, Mercurio protagonizó.
De la Diosa de la Sabiduría necesitaba este humano.
Ban y Baco, dejarán sin sentidos a este espíritu.
Cuenta la leyenda que de todo lo que en él suspiraron aún queda esencia en todos nosotros.
Y en una segunda parte, 3eus sintió pena de esta nueva criatura, mando llamar a los animales. Sabido es que tenemos algo de nuestra naturaleza anterior.
Un asno, pájaros, zorra, Léon, hormigas, águila, cerdo…
¿Qué elementos nos habrán dejado?
Pero Zeus tampoco quedó satisfecho del resultado. Y aun así también guardamos de todos un poco.
Una moraleja, una reflexión de vernos por dentro, de cómo somos, qué determinan ciertos factores en nosotros…
Un texto sencillo, lleno de mitología, de símbolos, de gracia y conocimientos.
Unas ilustraciones llenas de arte, benditas las manos Federico Delicado por hacernos viajar con las manos cogidas en los libros.
Es una belleza, con la que nos hacemos una pregunta: ¿Cuál es el caos que habitamos y que al mismo tiempo nos habita?
Reseña realizada por Tamara Santos, síguela en Instagram
Antropología
